Escondido en algún lugar del Centro de Mérida, un espacio similar a una bodega resguarda el trabajo de decenas de artistas de todo el país. Al saludar al director de Galería Secreta, Mario Torre, de 36 años, me abre la puerta de un edificio que solía ser un taller de reparación y venta de autopartes. Un negocio iniciado por su bisabuelo allá por la década de 1940 y obligado a quebrar en 2019, apenas unos meses antes del inicio de la pandemia. Mario, que trabajó en la tienda durante 10 años, se enfrentó a la situación desalentadora pero única de tener que encontrar una nueva dirección para su vida. Influenciado por su hermana, la fotógrafa y artista visual Alexa Torre, dio un salto de fe al mundo del arte y abrió su propia galería en la Colonia México. “Fue una corazonada”, confiesa. Después de evitar pasar tiempo en su antiguo lugar de trabajo durante un par de años, en julio de 2021 trasladó el proyecto a su ubicación actual. Con el movimiento vino un cambio de marca y fue entonces cuando surgió el concepto de una galería secreta. “La mayoría de las galerías son muy parecidas, comparten el mismo concepto, muy elitista. Quería crear un espacio donde todos se sintieran bienvenidos”. El gancho era tener la galería oculta a la vista, una desviación del escaparate tradicional. La clave, dice, estaba en abrir un perfil de Instagram . “La gente venía a la galería, subía sus fotos y nos etiquetaba”. No mucho después de que se abrieran las primeras exposiciones, la cuenta comenzó a ganar seguidores. Y el teléfono empezó a sonar. La forma de visitar la Galería Secreta es concertando una cita. Los visitantes pueden llamar o enviar mensajes de texto, negociar una fecha y hora con Mario y presentarse. La entrada es gratuita y los invitados pueden incluso disfrutar de un poco de vino mientras los pasea por las salas de la galería. El lugar tiene la vibra de un estacionamiento público ligeramente descuidado, que contrasta con las exhibiciones cuidadosamente exhibidas. Otro giro es que solo los artistas mexicanos o los artistas que residen en México pueden mostrar su trabajo aquí. Actualmente, hay dos exposiciones en exhibición. Uno es el trabajo reciente de Jorge Patrón, artista que utiliza la técnica del strappo , que consiste en pintar sobre una pared y luego despegar la pintura y aplicarla sobre un nuevo soporte, lo que da como resultado un aspecto único y descuidado. El otro, que ocupa la mayor parte del espacio de la galería, es SOS ., para el que la galería recibió más de 170 solicitudes. La selección final presenta el trabajo de 48 artistas de todos los rincones de México, unidos por un solo tema: arte sustentable para una civilización insustentable. La exhibición, que muestra la devastación humana de los entornos naturales, utiliza belleza y piezas que invitan a la reflexión para hacer un llamado urgente a la acción con respecto al cambio climático. Entramos en un ascensor de carga que sirve como ascensor a un segundo piso. Arriba está la Galería Torre. Aunque oficialmente no forma parte de la Galería Secreta, Mario siempre muestra a los visitantes esta sala como parte de la experiencia. El espacio está a cargo de su hermana y actualmente alberga una exposición llamada Paradas Continuas , que presenta el trabajo de artistas en su mayoría cubanos residentes en Yucatán. Hablamos del arduo trabajo que es la curaduría y la museografía. “Todo tiene que vivir en armonía. Cuando tienes muchos artistas, debes asegurarte de que haya un diálogo entre ellos, esa es la magia. Además, debe haber un equilibrio visual de las piezas en todo el espacio”. La lección más valiosa que Mario ha aprendido en el camino es que el arte siempre es un trabajo en equipo y saber trabajar y llevarse bien con los demás es primordial. Habiendo experimentado una reacción negativa del establecimiento artístico de Mérida, también ha aprendido a confiar en su instinto y seguir sus instintos. “Escucho la retroalimentación y la consideraré cuando sea un buen consejo, pero no dejo que me aleje de mis principios y gustos”. Antes de despedirme le pido que pose con su propia pieza, El fin de una era, que da la bienvenida a los visitantes de la Galería Secreta. Las pilas apiladas de carpetas y papeles fueron tomadas del archivo del viejo taller de reparación. El nombre, el final de una era, es un doble juego de palabras que alude tanto al final del negocio de su familia como a la era de los archivos en papel. Cómo visitar Galería Secreta La dirección de la galería no está publicada, pero está en el corazón del Centro. Haz una cita vía WhatsApp: 999-163-3114 Por Abraham Bojórquez.