Esperanza Koren dijo a la corte de Londres que no sabía el paradero de la pintura de Bosco Sodi Un comerciante de arte recibió la orden de pagar £ 111,000 por una pintura abstracta desaparecida en comparación con una "galleta digestiva quemada" gigante por un juez en un tribunal de Londres.

El tribunal escuchó que la obra del artista mexicano Bosco Sodi, una pintura redonda con una superficie agrietada construida con pigmentos naturales, aserrín, pulpa de madera, fibras naturales, agua y pegamento, desapareció después de ser prestada a la marchante de arte londinense Esperanza Koren. en 2012. Entre ellos estaba Untitled in red 2011.

Sin embargo, el período de la marchante de arte representando a la galería fue “infructuoso” y se le pidió que devolviera las obras no vendidas, dijo el juez. Pero la pieza de Bosco Sodi no estaba entre el conjunto de pinturas que Koren devolvió. Un representante de la galería le envió mensajes de WhatsApp solicitando su devolución, diciendo que había conseguido un comprador en Miami que pagaría 100.000 euros por ella.

El tribunal escuchó que Koren no devolvió la obra de arte moderno y, en cambio, ofreció comprar la obra de arte por la misma suma, según los mensajes que envió por WhatsApp, que según la galería representaban un contrato legalmente vinculante. Saggerson dijo que la obra de arte sigue desaparecida y los abogados de la galería le dijeron que no se ha recibido dinero una década después de los mensajes de WhatsApp.

El tribunal escuchó que un empleado de la galería, identificado solo como Carlos, le había enviado un mensaje a Koren, diciendo: “Falta el gran Bosco rojo. ¿Sabes donde está?" El mensaje del empleado agregó: “Llego [el] martes a Miami. Tengo un cliente que me paga 100.000€. No quiero perder la oportunidad. Necesito la pintura roja que he vendido. Tengo un cliente que paga 100.000€. Él piensa que es una pintura fantástica”.

El juez dijo: “La Sra. Koren había respondido: 'Está bien, le pago este precio. Llámame." Cuando se le preguntó dónde estaba la pintura, Koren dijo: "En este momento, no sé dónde está". Koren solicitó un aplazamiento, pero se le negó. Al emitir un veredicto, el juez dijo: “Me parece extraordinario que el acusado no recuerde en absoluto el paradero de la pintura, dónde terminó y con quién. “La inferencia inevitable es que lo usó como garantía para otras deudas y ha perdido la pista de su paradero. Sus presentaciones suenan tan huecas”.

El juez otorgó 86.500 libras esterlinas en concepto de daños, más 6.500 libras esterlinas de intereses y 18.000 libras esterlinas de costas, un total de 111.000 libras esterlinas. Fuente: The Guardian